En Perú, el Presidente Pedro Castillo apenas electo se enfrenta de inmediato con las protestas. El pasado 28 de julio el nuevo líder del país sudamericano prestó juramento, y ya en los primeros días de agosto en Lima, cientos de personas acudieron a una manifestación, acusando al actual Jefe de Estado de corrupción, manipulación de resultados electorales e incluso terrorismo. ¿Qué está pasando en el Perú hoy? ¿Terminó la prolongada crisis política en el país con la llegada al poder de Castillo?
El 6 de junio se llevó a cabo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Perú, en la que el candidato del partido de izquierda “Perú Libre” Pedro Castillo (José Pedro Castillo Terrones) obtuvo el 50,125% de los votos. Su oponente, hija del expresidente del país Alberto Fujimori (Alberto Ken’ya Fujimori) y líder del partido conservador de extrema derecha “Fuerza Popular”, Keiko Fujimori (Keiko Sofía Fujimori) Higuchi), logró 49,875%. El recuento de votos se prolongó durante varias semanas. Como resultado, la brecha entre Castillo y Fujimori, que representaba a los conservadores en las elecciones, fue de apenas 44 mil votos.
El 28 de julio el Presidente electo Pedro Castillo prestó juramento como Jefe de Estado. La ceremonia se llevó a cabo en el edificio del Congreso de la República del Perú. Previamente, el expresidente interino del país Francisco Sagasti (Francisco Rafael Sagasti Hochhausler) abandonó con honores el edificio del cuerpo legislativo del país, habiendo rebajado y pasado previamente la norma presidencial a los parlamentarios, lo que marcó oficialmente el final de su mandato presidencial.
Sin embargo, unos días después, las protestas contra el Gobierno de Castillo azotaron la capital peruana de forma explosiva. Cientos de residentes del país se opusieron al nombramiento de un nuevo Gabinete de Ministros. Los marchistas abogaron por la destitución del líder de “izquierda” Castillo y argumentaron que estaban defendiendo la democracia en el país. Además, a principios de agosto, un grupo de políticos de derecha encabezados por la ex candidata presidencial Lourdes Flores (Lourdes Flores Nano) encabezó una protesta en Arequipa contra el nuevo liderazgo. Aún se continúan realizando marchas focales en las grandes ciudades del país, la mayor de las cuales se desarrolla en la ciudad de Lima.
Como resultado, el 10 de agosto, los periódicos peruanos anunciaron que el Primer Ministro del Perú, Guido Bellido Ugarte, se había convertido en imputado en una causa penal por lavado de activos. Belido está acusado de estar involucrado en el financiamiento ilegal de la campaña electoral del gobernante partido “Perú Libre”. Junto a él, el Presidente del partido, Vladimir Cerrón (Vladimir Roy Cerrón Rojas), su hermano y secretario de prensa Valdemar Cerrón, así como la propia fuerza política como persona jurídica, estuvieron involucrados en el caso.
Además, pocos días después de esta noticia, la Fiscalía General de Perú anunció el inicio de una investigación contra el Presidente del nuevo Gobierno del país por sospecha de terrorismo. La investigación correspondiente fue abierta por una fiscalía especial interregional sobre terrorismo y crímenes de lesa humanidad. El caso se abrió en relación con la aparición en mayo de publicaciones mediáticas sobre los vínculos de los políticos mencionados con los líderes de la organización terrorista radical de izquierda “Sendero Luminoso”. La fiscalía planea interrogar a Belido y Cerrón.
Cabe recordar que como resultado de las actividades terroristas de “Sendero Luminoso” en Perú desde 1980, han muerto más de 30 mil personas. Los daños materiales causados al país se estiman en unos 25.000 millones de dólares, tras la detención del líder del grupo Abimael Guzmán (Manuel Rubén Abimael Guzmán Reynoso) en septiembre de 1992, comenzó a perder su antigua influencia. En los últimos años, pequeños grupos de extremistas han seguido atacando al ejército peruano y a las fuerzas del orden. Uno de los últimos actos de los terroristas de “Sendero Luminoso” fue el asesinato de 14 civiles a fines de mayo. La masacre tuvo lugar en el departamento de Cuzco dos semanas antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que ganó Castillo.
Tras el inicio de estos dos procesos, el 18 de agosto el Presidente peruano Pedro Castillo aceptó la renuncia del Canciller del país, Héctor Béjar Rivera. “Héctor Béjar ha presentado carta de renuncia a Pedro Castillo del cargo de Canciller. Al respecto, el Jefe de Estado aceptó la renuncia del señor Béjar”, – citado por el periódico “El Peruano”.
El día anterior, los medios del país sudamericano comenzaron a replicar las declaraciones de noviembre de Béjar. Afirmó que “el terrorismo en el Perú comenzó con la Armada, lo cual se remonta históricamente, ya que fueron preparados para esto por la C.I.A.”. Además, llamó la atención de los periodistas el comunicado del ex Canciller de que la aparición en Perú de la organización terrorista de izquierda radical “Sendero Luminoso” “fue en gran parte fruto del trabajo de la C.I.A. y servicios especiales”. Tales declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores provocaron fuertes críticas de la oposición, así como de la Armada. Béjar ha asumido el cargo de Canciller de Perú desde que Castillo asumió el cargo (a partir del 28 de julio de 2021).
El cargo de Canciller del Perú, que quedó vacante tras la escandalosa renuncia de Héctor Béjar, fue re-ocupado por Oscar Maúrtua de Romaña (Óscar José Ricardo Maúrtua de Romaña). Se destaca que de Romaña se desempeñó como titular del Ministerio de Relaciones Exteriores del país sudamericano en 2005-2006, cuando el líder del país era Alejandro Toledo. A su vez, el líder del partido “Perú Libre”, Vladimir Cerrón, criticó la decisión de Castillo. Según Cerrón, el nuevo Canciller no refleja el estado de ánimo del actual partido gobernante. Además, el partido “Perú Libre” hace un llamado a sus simpatizantes para que se movilicen en apoyo del Gabinete de Ministros Pedro Castillo, que debe recibir la aprobación legislativa (por el Congreso de la República del Perú) a finales de esta semana.
En esta ocasión, la aprobación del nuevo Gabinete de Ministros se da en el contexto de la crisis de salud provocada por la pandemia COVID-19, escándalos de corrupción, procedimientos judiciales y marchas masivas. De acuerdo con los resultados de la última encuesta del Instituto de Estudios Peruanos, la calificación de desaprobación del nuevo Presidente se estableció en un nivel récord: 46%. Hoy, Pedro Castillo enfrenta una serie de tareas estructurales: formar finalmente el Gabinete de Ministros y aprobarlo en el Congreso, pacificar el país, y también superar la crisis interna del partido gobernante “Perú Libre”, porque tal división puede afectar mucho la posición del Jefe de Estado.
Los próximos meses mostrarán de qué manera se desarrollará Perú. Sin embargo, una cosa es muy clara: el proceso electoral que se llevó a cabo este año se convirtió en un hito importante de la historia moderna del Estado sudamericano. Ahora “en juego” no está solamente la lucha de las fuerzas de “derecha” que buscan vengarse del líder “izquierdista”, sino el principal dilema: qué lugar ocupará el Perú en la configuración geopolítica a nivel regional e internacional.
