El 6 de junio, México celebró elecciones que se convirtieron en el proceso electoral más grande en la historia contemporánea de la democracia en el país. Esta vez la carrera electoral se desarrolló en un ambiente muy tenso. Según cifras oficiales, 89 políticos han sido asesinados en el país desde septiembre de 2020. ¿Qué fuerzas políticas lograron ganar el último proceso electoral? ¿Cómo afectarán los resultados de estas elecciones el desarrollo del país?
El domingo pasado, los mexicanos eligieron 21 mil gobernadores y representantes en varios niveles, incluyendo los 15 gobernadores, 500 diputados federales y 1.063 regionales, así como los jefes de 1.926 municipios de 30 estados. Cerca de 93,5 millones de personas fueron invitadas a votar, según el Instituto Nacional Electoral (INE), la participación total fue alrededor del 48,6%.
Los resultados de las elecciones en la Cámara Baja del Congreso de la Unión de México se esperaban con especial impaciencia, pues es la Cámara de Diputados el mecanismo importante para las reformas que pretende llevar a cabo el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Así, la principal intriga de este proceso electoral fue el dilema: si el partido del actual líder, el “Movimiento Regeneración Nacional” (MORENA), podrá consolidar la mayoría necesaria para implementar los proyectos de ley previstos, y si este bloque político llevará a cabo este proceso solo o tendrá que buscar a alguien con quien negociar y formar coaliciones.
Según datos preliminares, el partido de López Obrador no logró la mayoría absoluta, sin embargo, obtuvo alrededor del 35% de los votos, y se prevé pasar de 190 a 203 escaños en la Cámara de Diputados. Sin duda, esta cifra es inferior a los 253 escaños que tenía el “MORENA” antes de las elecciones, pero junto a los aliados – laboristas y verdes – la mayoría absoluta de la fuerza gobernante dentro de la coalición “Juntos Haremos Historia” y el Jefe de Estado podrá continuar con el rumbo socioeconómico elegido, denominado “Cuarta transformación de México”.
Después de los partidarios de Obrador le sigue el conservador “Partido Acción Nacional” (PAN) con aproximadamente 111 escaños (rango: 106 y 117), que es un bloque de oposición. Por lo tanto, todos los partidos se han unido en dos coaliciones diferentes. El primer bloque se formó en torno al partido gobernante “MORENA”, que también incluía al “Partido Verde Ecologista de México” (PVEM) y el izquierdista “Partido del Trabajo” (PT).
A su vez, la oposición está formada por la organización política del ex Presidente Enrique Peña Nieto, el “Partido Revolucionario Institucional” (PRI), el “Partido Acción Nacional” (PAN) y el “Partido de la Revolución Democrática” (PRD). La tarea más importante del bloque gobernante fue obtener 334 escaños, brindando la oportunidad de reformas de escala constitucional. La mínima intención de la alianza opositora era precisamente evitar la mencionada mayoría cualificada, que, según datos preliminares, la coalición “Juntos Haremos Historia” logró alcanzar con un resultado de unos 280 escaños.
Además, las elecciones estuvieron marcadas por el avance del liberal “Movimiento Ciudadano”, que no es miembro de ninguna alianza. Logró ganar de 20 a 27 escaños en la Cámara Baja y convertirse en una fuerza política significativa.
Las elecciones locales también se llevaron a cabo en México el 6 de junio. Casi la mitad (15) de los 32 estados mexicanos eligieron nuevos líderes por mayoría simple. Las coaliciones formadas de la Cámara de Diputados también afectaron esta situación de manera parcial y fragmentaria, dependiendo de los acuerdos alcanzados por cada una de las partes. El partido político del ex Presidente (PRI), que hasta el momento ha gobernado en 8 de los 15 cargos que están en juego, es el que más ha perdido en el proceso electoral. El “Partido Revolucionario Institucional” no logró mantener ninguna presencia entre las gobernaciones que tenía hasta hace poco.
El partido “MORENA” logró obtener 11 de los 15 cargos de gobernadores. Según datos preliminares, el partido gobernante logró mantener el estado de Baja California y arrebatar a varios otros estados de la oposición. En uno de ellos, en Guerrero, el partido de Obrador tuvo que retirar a su candidato Félix Salgado Macedonio (José Félix Salgado Macedonio), previamente acusado de violación. Fue reemplazado por su hija – Evelyn Salgado (Evelyn Cecia Salgado Pineda).
Las capitales de estados, ciudades medianas y pequeños municipios de todo el país también han reelegido a sus líderes a través de un proceso electoral marcado en muchos casos por la violencia contra los candidatos. Las elecciones estuvieron acompañadas de intentos de perturbar e intimidar a la población. Por ejemplo, se colocaron una bolsa y una caja de restos humanos en dos colegios electorales en Terrazas del Valle, Baja California.
En cuanto a los resultados preliminares del proceso electoral en la capital federal, cabe señalar que los votos de los votantes se distribuyeron de manera paradójicamente lineal: en las regiones orientales la victoria la obtuvieron los partidarios del oficialismo, y en las regiones occidentales – por los representantes de la mencionada coalición de partidos tradicionales (PAN, PRI y PRD). Esta polarización se explica mucho en el nivel de ingreso per cápita: en el este, la clase trabajadora vive predominantemente, mientras que los segmentos más ricos de la población se concentran en el oeste de la capital mexicana. Los medios locales ya han comenzado a comparar la población de la metrópoli con las “dos Alemánias divididas por el Muro de Berlín”.
En resumen, cabe destacar que el proceso electoral del 6 de junio mostró la consolidación del bloque opuesto al actual Gobierno. Sin embargo, a pesar de todo, en general, el partido gobernante con la ayuda de la alianza logró mantener una mayoría en el parlamento y fortalecer sus posiciones en varios niveles. Sin embargo, hay que prestar atención a algunos de los matices. Por ejemplo, el “Partido Verde Ecologista de México” (PVEM), aunque fue partidario de la organización política de López Obrador, como muestra la historia, puede actuar de manera muy independiente. En un tiempo, los “verdes” apoyaron al “Partido Revolucionario Institucional”, y no hace mucho se convirtieron en aliados del “MORENA”. Por lo tanto, surge la pregunta de cuán fuerte será esta alianza y qué requerirá en las nuevas condiciones. El Jefe de Estado tiene la intención de cambiar la Constitución por reformas previstas en el sector energético, el sistema judicial y la legislación electoral. Si fracasa la alianza con el “Partido Verde Ecologista de México”, Andrés Manuel López Obrador se verá obligado a negociar con el “Movimiento Ciudadano”, y las relaciones con este partido político son muy complicadas, y las pasadas elecciones han agregado un poco de “chispa”.