Hoy, los expertos discuten sobre la magnitud de las pérdidas que la pandemia del coronavirus COVID-19 ya ha generado en todo el mundo. En particular, el año pasado fue recordado por shocks externos para la economía de la región latinoamericana, que ya tenía bajas tasas de crecimiento, y medidas de distanciamiento social, diversas restricciones y cierres de empresas que llevaron a una crisis estructural en los ámbitos económico, social e industrial. ¿Cuáles son las previsiones para los países latinoamericanos en el 2021?
En 2020 se registró la mayor contracción de la economía mundial desde 1946 como resultado del impacto de la pandemia de coronavirus. Por lo tanto, América Latina y el Caribe se han convertido en una de las regiones más afectadas del mundo cuando comparamos diferentes indicadores de salud, economía y desigualdad social. La aparición de un virus inexplorado y los consiguientes shocks externos, la necesidad de aislamiento, el distanciamiento físico y el cierre de empresas han creado una emergencia sanitaria en el peor de los escenarios económicos.
Si bien la caída de la actividad económica mundial ha afectado a la región en su conjunto, y todos los países han registrado contracciones en su PIB, no todos se han visto afectados por igual. América Latina ya experimentó un bajo crecimiento económico, con un promedio de 0.3% entre los años de 2014 a 2019 y apenas alcanzó el 0.1% en 2019, lo que los coloca en un difícil punto de partida en el momento de la aparición del COVID-19.
A fines de diciembre del año pasado, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que coordina las políticas para promover el desarrollo económico en la región, publicó un informe anual. Según los expertos, el PIB de los países latinoamericanos en 2020 mostró una caída récord en 120 años. “Se espera que el PIB de América Latina y el Caribe caiga un 7,7%, la mayor contracción desde que comenzaron las investigaciones en 1900”, declaró la Comisión en su informe.
Según estimaciones de la CEPAL, la caída más grave ocurrió: en Venezuela (-30%), en el Caribe (de -15 a -18%), en Panamá (-11%), en Perú (-12,9%), Argentina (- 10,5%), Ecuador y México (-9%). La mayor economía de la región, Brasil, se contrajo un 5,3%. Venezuela encabeza la lista de países latinoamericanos que más cayeron al final del año por un amplio margen. Sin embargo, esta cifra se explica no solo por la pandemia de coronavirus, sino también por otros problemas, por lo que Venezuela vivió su séptimo año consecutivo de recesión económica en 2020.
Desde 2014, la dinámica del PIB en el sector petrolero de la economía venezolana se ha caracterizado por una prolongada y grave contracción. Esta situación se ha agravado en 2020 debido a las consecuencias del brote de coronavirus, la aguda escasez de combustible y el endurecimiento de las sanciones estadounidenses contra el Gobierno de Nicolás Maduro (Nicolás Maduro Moros). Aunque una división del banco de inversión “Torino Capital LLC” (“Torino Economics”), con sede en Nueva York, estimó que la caída del PIB venezolano en 2020 fue menor que la estimación de la CEPAL: 24,7%.
Analizando el desempeño de los países en el informe de la Comisión Regional de la ONU, cabe señalar que, a diferencia de Venezuela, Perú ingresó al 2020 con una historia de una década continua de crecimiento económico. Pese a ello, el Estado sudamericano “cerró” el año con una caída del PIB del 12,9%, lo que, según la CEPAL, lo convierte en uno de los (países) más afectados del mundo por el coronavirus. “Torino Economics” señaló en su informe que en medio de la pandemia, Perú implementó un estímulo financiero, uno de los más grandes de América Latina, pero su efectividad se vio limitada por estrictas medidas de contención y un fuerte cese de inversiones y exportaciones, combinado con caída de los precios de las materias primas en los mercados internacionales.
Argentina, como Venezuela, es uno de los países de la región que experimentó una recesión económica incluso antes de la pandemia. El año 2020 fue el tercer año consecutivo de contracción del PIB. La CEPAL estima esta caída en 10,5%, muy superior al 2,1% de 2019. “Torino Economics”, por su parte, vincula la desaceleración económica en Argentina con la crisis en sectores como el turismo, la construcción y el transporte. Además, se señala que el impacto de la pandemia ha exacerbado los desequilibrios macroeconómicos estructurales que sufre Argentina, especialmente en las áreas financiera, monetaria y de divisas.
El informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) destaca que el impacto de la actual crisis como consecuencia de la pandemia ha agravado la difícil situación económica de la región, que ya se desarrolla desde el tercer trimestre de 2019. La situación que se desarrolló en 2020 provocó “una fuerte caída en todos los componentes de la demanda agregada”. En lo que respecta a las exportaciones de petróleo de los países latinoamericanos, de enero a septiembre de 2020, esta cifra disminuyó un 44% interanual.
De cara al futuro de 2021, los representantes de la CEPAL creen que la economía de América Latina y el Caribe crecerá en promedio 3,7%, sin embargo, el crecimiento del PIB estará guiado por una recuperación de la demanda interna. La nivelación del desempeño económico dependerá principalmente del efecto de varios programas implementados por los gobiernos para responder y combatir la pandemia, así como para apoyar el reempleo y mitigar el impacto social. El informe de la Comisión Regional de la ONU señala que existen muchas incertidumbres en este panorama, especialmente relacionadas con las condiciones externas, como el desarrollo de una pandemia durante el año y una posible nueva caída de los precios del petróleo.
La CEPAL predice el declive económico en 2021 solo en Venezuela (en un 7%), en otros países se espera un crecimiento: en Brasil, en un 3,2%, en México, en un 3,8%, en Argentina, en un 4,9%. Analistas del Banco Mundial coinciden con el pronóstico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, quien presentó el 5 de enero su visión sobre las perspectivas de la región para 2021. El informe de la entidad financiera también prevé una recuperación del crecimiento en la región en un promedio de 3,7%. En los países más grandes, Brasil y México, se espera que el crecimiento económico sea del 3% y el 3,7% en el nuevo año, respectivamente; y en Argentina y Colombia será del 4,9%. Se pronostica que América Central crecerá 3.6% y el Caribe – 4.5% debido a una recuperación parcial en la industria del turismo.
Sin embargo, el Banco Mundial no descarta una previsión de crecimiento negativa del 1,9% en caso de que se posponga el proceso de inmunización contra el coronavirus SARS-Cov-2. Este informe resume el resultado de 2020, según el cual ha disminuido la solvencia de los países latinoamericanos, ha aumentado la desigualdad social, la pobreza y la tensión política interna.
En 2021, los líderes latinoamericanos tienen la intención de abordar la recuperación económica mientras intentan evitar una crisis de deuda y asegurar a sus ciudadanos que la democracia aún puede ser efectiva. El cambio en los indicadores económicos generales dependerá de cómo los países latinoamericanos puedan resolver sus contradicciones internas y desarrollar una estrategia coherente y clara para combatir el coronavirus.