El 17 de septiembre, un mes antes de las Elecciones Generales en Bolivia, la Presidenta interina, Jeanine Áñez, anunció que retira su candidatura. Tanto para sus oponentes como para algunos de sus aliados, esa decisión vino como un “rayo de la nada”. ¿Cómo ha cambiado el equilibrio de poder entre los pretendientes al cargo de Jefe de Estado? ¿A qué giros y vueltas deben prepararse los candidatos de la carrera electoral?
Las Elecciones Generales en Bolivia están programadas para el 18 de octubre. Los ciudadanos del país elegirán a Presidente, Vicepresidente, 130 diputados de la Cámara Baja y 36 senadores de la Cámara Alta de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Jeanine Áñez (Jeanine Áñez Chávez) dejó a sus aliados políticos en el limbo, decidiendo retirar su candidatura en las elecciones, con la intención de obstaculizar la victoria del partido del expresidente Evo Morales (Juan Evo Morales Ayma). En su discurso del 17 de septiembre, llamó a la unidad de los votantes que se oponen al “Movimiento al Socialismo” (MAS) para formar un bloque contra Luis Arce (Luis Alberto Arce Catacora) y evitar un retorno del partido de los partidarios de Morales al poder.
El 24 de enero Áñez anunció su candidatura, a pesar de que hasta entonces había hecho promesas de no hacerlo, y destacó que la única misión de su Gobierno de transición era convocar a Elecciones Generales y permitir que se realizaran en un ambiente de paz luego de los dolorosos conflictos ocurridos después del proceso electoral de octubre-noviembre del año pasado, en medio de los cuales fue nombrada Jefa de Estado Interina tras la renuncia de Evo Morales.
Los aliados de Jeanine Áñez del bloque político “JUNTOS” la apoyaron todo el tiempo, a pesar del aluvión de críticas que asumió tras su intención de no abandonar el Palacio Presidencial. Sin embargo, tras el anuncio de su decisión de retirar la candidatura un mes antes de las elecciones, muchos de los partidarios de la Jefa de Estado Interina se quedaron sin apoyo real y actualmente están tratando de encontrar soluciones para preservar las perspectivas de “escaños” parlamentarios para sus representantes.
Uno de los aliados de Áñez que apoyó su inesperada decisión fue el Alcalde de La Paz, Luis Revilla (Luis Revilla Herrero), quien es el líder del partido “Soberanía y Libertad” (Sol.bo). Él afirmó que está orgulloso de haber apostado por una candidata que podría ser la primera mujer Presidenta electa. Según Revilla, Áñez ha logrado detener la violencia y él apoya a su compromiso de demostrar responsabilidad por la democracia. El alcalde de la capital administrativa boliviana llamó a los opositores de Morales a unirse y seguir el ejemplo de Jeanine Áñez. Por cierto, Luis Revilla dejó su alianza con Carlos Mesa (Carlos Diego Mesa Gisbert) del partido “Comunidad Ciudadana” (CC) para participar en el bloque político de Áñez.
A su vez, el exjefe de Estado Evo Morales calificó la decisión de retirar la candidatura de Áñez como “una doble traición a sus partidarios y candidatos”. En su cuenta de Twitter señaló que “ella tomó esta decisión hace mucho tiempo, solo quedaba acordar garantizar la impunidad”. Según él, “con su nueva alianza” Áñez garantizó que si gana Carlos Mesa, no será procesada por corrupción o muerte de manifestantes que sufrieron durante los enfrentamientos sociales en octubre-noviembre del año pasado. Unos días antes de la declaración de la Jefa de Estado Interina, Morales, quien recibió asilo político en Argentina, prometió a los partidarios de su partido regresar a Bolivia al día siguiente de que Luis Arce ganara las Elecciones.
Cabe señalar que según una encuesta de opinión pública realizada a principios de septiembre por la empresa consultora “Ciesmori”, los principales pretendientes a la presidencia siguen siendo: Luis Arce del partido “Movimiento al Socialismo” con el resultado es 26,2%; el segundo lugar lo ocupa el estadista, periodista e historiador boliviano, Carlos Mesa, del bloque político “Comunidad Ciudadana”. El 17,1% de los encuestados está dispuesto a votar por su candidatura.
Según los resultados de esta encuesta, a principios de septiembre, Jeanine Áñez estaba en tercer lugar con un resultado del 10,4%, y después de ella, con un 6,9% de apoyo, el líder de la coalición político-religiosa “Creemos” – Luis Camacho (Luis Fernando Camacho).
En su discurso, Jeanine Áñez insinuó que invita a todas las fuerzas políticas a unirse contra el candidato del partido de Evo Morales y votar por el pretendiente más fuerte del bloque “democrático”, designando así a Carlos Mesa. Sin embargo, varios analistas políticos sugieren que el 10% de los votos del anterior apoyo a Áñez podrá “arrancar” a Luis Camacho, quien ocupa una posición muy fuerte en el departamento de Santa Cruz.
Sin embargo, muchos analistas coinciden en que el nuevo Presidente de Bolivia se determinará en la segunda vuelta, que en caso de celebrarse se llevará a cabo el 29 de noviembre, ya que para ganar la primera para un candidato es necesario contar con el apoyo de más del 50% de los votantes o el 40%, siempre que la brecha con su rival más cercano será al menos del 10%. Analizando los resultados de una serie de encuestas de opinión pública, en este momento es imposible señalar un solo pretendiente capaz de ganar la primera vuelta de votaciones.
Según un estudio de la consultora “Ciesmori”, si Arce y Mesa entran a la segunda vuelta, el líder del bloque político “Comunidad Ciudadana” se convertirá en Jefe de Estado, ya que ante esta situación, lo más probable es que un número de votantes recurra a la “votación de protesta” contra el “Movimiento al Socialismo”. Sin embargo, varios expertos bolivianos se inclinan a creer que muchas encuestas de opinión pública se realizaron a partir de los datos y posiciones de los habitantes entre la población de las grandes ciudades, sin tener plenamente en cuenta los votos de las regiones rurales, en las que el partido del ex presidente de Bolivia aún cuenta con un apoyo incondicional.