El 28 de julio, el informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) informó que el consumo intenso de equipos de protección en medio de la pandemia del virus COVID-19 ha provocado un aumento de la contaminación del medio ambiente del planeta. En respuesta a las disposiciones del documento, Chile se convirtió en el primer país latinoamericano en abandonar el uso de bolsas plásticas en la esfera comercial. ¿Cómo cambiará la política comercial y ambiental del Estado?
Después de la publicación del informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), los expertos dijeron que las máscaras protectoras, los guantes, las botellas de desinfectante para manos y los envases de alimentos han causado más contaminación ambiental. Los representantes de la organización internacional pidieron a los gobiernos de los Estados que abandonen el uso de plástico, o al menos cambien a sustitutos no tóxicos y biodegradables para plásticos como vidrio, cerámica, fibras naturales, papel, cartón, cascarillas de arroz, caucho natural o proteínas animales. Además, según los últimos informes de la Comisión Europea, más del 80% de los desechos destructivos para los océanos del mundo es plástico.
El 3 de agosto, la Ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt (María Carolina Schmidt Zaldívar) anunció la prohibición final del uso de bolsas de plástico en el comercio. Este año, el país latinoamericano ha implementado la etapa final: la prohibición de las bolsas de plástico en pequeñas tiendas. Cabe señalar que el rechazo al plástico comenzó en Chile el 3 de agosto de 2018.
Chile se convirtió en el primer país de América Latina en prohibir las bolsas de plástico en 2018. La ley entró en vigencia en agosto de 2018 con una moratoria de seis meses para grandes redes de distribución y dos años para otras empresas. Según cifras oficiales del Ministerio de Medio Ambiente, solo en esos dos años de prohibición parcial, se evitó el uso de aproximadamente 5 mil millones de bolsas de plástico en el país sudamericano.
La organización ambiental internacional independiente no gubernamental “Greenpeace” señala que esta ley fue “el primer paso contra la pandemia de plástico” y recomienda no solo a las empresas, sino también a los ciudadanos crear, comprar y almacenar artículos que reemplacen el plástico en su vida cotidiana. La organización enfatiza que Chile fue el primer Estado en eliminar las bolsas de plástico en la región, sin embargo, este país latinoamericano todavía tiene un récord en esta área: ocupa el primer lugar en la producción de desechos plásticos per cápita en el continente.
Debido a la situación actual en el mundo, la organización no gubernamental advierte sobre el problema de la presencia de plástico en los océanos, donde los desechos plásticos terminan si no se manejan adecuadamente o se desechan directamente. Por lo tanto, los ambientalistas creen que el reciclaje es insuficiente para poner fin a la crisis actual, ya que menos del 12% de la cantidad total de plástico se ha reciclado en Chile. Según los expertos, los chilenos aún están muy lejos de ser un objetivo satisfactorio, que corresponde a la urgencia de la tarea, sin mencionar las dificultades que enfrentan las autoridades locales para aumentar el volumen de reciclaje de residuos. Por lo tanto, si existen alternativas, la solución es eliminar y reducir su consumo. El mejor plástico es el que no se usa. Soledad Acuña, la portavoz de la “Greenpeace” en Chile, también señaló que, dado que el crecimiento en la producción de plásticos y el papel que ha desempeñado en causar la crisis de contaminación en los ecosistemas debe enfrentar un cambio en nuestra visión de cómo consumimos los alimentos.
La investigadora del Centro de Innovación en Envases y Embalajes “LABEN-CHILE” de la Universidad de Santiago, María José Galotto, enfatizó que la nueva legislación entra en el contexto del consumo masivo e irracional de este tipo de producto, sin darse cuenta causado daño ambiental. Según Galotto, citado por el periódico chileno “La Tercera”, el siguiente paso es acercarse a una “economía cerrada”, en la que los desechos plásticos se convertirán en una nueva materia prima secundaria sin perder valor.
Después de la introducción de una prohibición completa del plástico en Chile, las tiendas infractoras deberán pagar multas de hasta 250 mil pesos (aproximadamente $ 330) por cada paquete vendido. A partir del 3 de agosto, el polietileno solo se puede usar para mantener los alimentos frescos o con fines higiénicos. Para las grandes empresas, se ha establecido un plazo equivalente a seis meses para eliminar por completo las bolsas de plástico. A las pequeñas empresas se les ofrece un período de dos años.
El Ministerio de Medio Ambiente de Chile anunció que la ley que prohíbe las bolsas de plástico es el primer paso para abordar el uso indiscriminado de los plásticos. Significativamente, la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) se está aplicando actualmente, lo que obligará a las empresas a cuidar los residuos, recogerlos y reciclarlos.
En el Congreso Nacional de Chile se promueve activamente un proyecto de ley para regular los productos desechables que se entregan a restaurantes, casinos, clubes sociales, cafeterías, salones de té, panaderías, bares u otros lugares similares donde se venden productos terminados. Por lo tanto, los cubiertos desechables, bandejas, vasos o bombillas también pueden prohibirse pronto.
En resumen, cabe señalar que, además de Chile, varios países latinoamericanos han intentado “contener” la cantidad de plástico que afecta el medio ambiente. Desde mayo de 2019, las autoridades peruanas han aprobado una ley que rige el uso de materiales plásticos, envases y embalajes desechables; y desde el 1 de enero de 2020, se aplica un impuesto de 20 centavos a la compra de bolsas de plástico. Por ejemplo, en Uruguay, solo las bolsas que son biodegradables o reciclables se pueden fabricar o importar al país.
En referencia a la experiencia mundial, debe mencionarse que existen medidas similares en otros países. Desde marzo de 2019, el Parlamento Europeo ha prohibido diez artículos de plástico de un solo uso, como cigarrillos, pajitas de plástico, hisopos de algodón y cubiertos. Desde 2019, el Gobierno de Corea del Sur ha prohibido a los grandes supermercados el uso de bolsas de plástico desechables. Actualmente, los establecimientos ofrecen a sus clientes bolsas de tela o papel. Muchos expertos creen que el rechazo del plástico de un solo uso debería ocurrir gradualmente, de forma evolutiva.