A fines de mayo, la producción de petróleo en Venezuela cayó a un mínimo en 75 años, y las sanciones de Washington han espantado a la mayoría de los compradores mundiales. ¿Por qué la empresa estatal venezolana de petróleo y gas se ve obligada a cerrar yacimientos? ¿Cómo pretende la República Bolivariana hacer frente a la crisis energética en la que ya se ha sumido el país latinoamericano?
Venezuela es el país con las mayores reservas de petróleo crudo, pero el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump (ingles – Donald John Trump), logró “estrangular” gradualmente al sector de petróleo y gas del Estado latinoamericano mediante las sanciones. Según la agencia de noticias “Bloomberg”, a principios de junio, la producción petrolera venezolana cayó a un mínimo en 75 años. Según datos oficiales, la empresa estatal venezolana de petróleo y gas “PDVSA” ha reducido sus pronósticos de producción a 374 mil bpd al 10 de junio. Cabe señalar que este nivel se registró por última vez en el año1945.
El 14 de mayo, el Canciller venezolano Jorge Arreaza (Jorge Alberto Arreaza Montserrat) declaró que los Estados Unidos estaban persiguiendo buques que transportan combustible al país latinoamericano, lo cual es una violación del derecho internacional. El 17 de mayo, el Viceministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi (ingles – Seyed Abbas Araghchi) llamó al Embajador de Suiza, que representa los intereses de los Estados Unidos en la República Islámica, para pedir explicaciones y advirtió a la Casa Blanca contra tales acciones. Además, el Canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif envió una carta al Secretario General de la ONU, António Guterres (port. – António Manuel de Oliveira Guterres), en la que señaló que la administración de los Estados Unidos debe respetar las disposiciones del derecho internacional, en particular libertad de navegación.
El 20 de mayo, el periódico estadounidense “The Wall Street Journal”, citando fuentes de la administración de Trump, anunció la intención del Gobierno de los Estados Unidos de imponer sanciones, así como aplicar otras medidas restrictivas contra Irán en relación con el suministro de combustible a la República Bolivariana. Luego de esta información, obviamente confirmada a través de canales militares, los petroleros iraníes con productos petroleros para el país latinoamericano comenzaron a acompañar a los buques de la Armada de Venezuela.
Hasta la fecha, las sanciones de Washington han logrado espantar a la mayoría de los compradores mundiales del petróleo venezolano, lo que ha llevado a un exceso de reservas y al cierre de yacimientos en el país latinoamericano. Según la estimación oficial de “PDVSA”, la producción resulto ser un 57% más baja de lo planeado previamente. Además, este volumen, teniendo en cuenta el desempeño de los pozos petroleros, también difiere considerablemente del pronóstico de producción de 550 mil bpd, que la compañía estatal venezolana de petróleo y gas informó a la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) en mayo.
Basándose en los indicadores de “PDVSA” para la producción publicados por “Bloomberg”, aproximadamente 1/3 de los campos petroleros venezolanos produjeron 0 barriles en mayo y más del 10%, menos de 500 bpd. Por cierto, la mayoría de los campos cerrados son empresas conjuntas de la compañía estatal venezolana de petróleo y gas “PDVSA” y sus socios extranjeros: la empresa cubana “Cupet”, la angoleña “Sonangol” y la china “CNPC”. Hoy, “PDVSA” tiene que cerrar yacimientos debido a la falta de clientes, los precios bajos y la falta de inversión y personal. Según “Baker Hughes”, empresa de servicios petroleros de los EE. UU., el número de plataformas de perforación petrolera en Venezuela se redujo a uno en mayo. Otra plataforma de perforación funciona para producir gas.
De acuerdo con varios informes de medios internacionales, la administración de la Casa Blanca se está preparando para introducir un nuevo “paquete” de sanciones contra más de 40 buques que transportan petróleo desde la República Bolivariana. Las sanciones futuras podrían afectar a 25 superpetroleros con una capacidad total de hasta 2 millones de barriles de petróleo, así como a 17 buques más pequeños. Por cierto, sin esperar la imposición de sanciones, la compañía estatal brasileña de petróleo y gas “Petrobras” se negó a contratar buques petroleros que entraban a los puertos venezolanos durante el año pasado. Actualmente, los buques están regresando de Venezuela. Según una declaración oficial de “Petrobras”, la compañía tiene la intención de explicar a sus proveedores que no aceptará ofertas de buques que operaban en la República Bolivariana durante el período de sanciones (los 12 meses).
El 1 de junio de 2020 el Gobierno venezolano introdujo un nuevo sistema de subsidio de combustible para automóviles, que provocó colas de gasolina, en el que los residentes de la República Bolivariana se vieron obligados a permanecer durante varios días. Según los términos del nuevo programa, los propietarios de automóviles ahora pueden comprar 120 litros de combustible a un precio de 2.5 centavos por automóvil. Si se excede este límite, el precio del combustible aumenta a 50 centavos. Al mismo tiempo, alrededor de 200 estaciones de servicio venezolanas pudieron obtener licencias que les permitía trabajar con compañías extranjeras de combustible. Dichas estaciones de servicio pudieron vender gas a precios altos y sin restricciones. Por lo tanto, debido a esta medida, los ciudadanos ricos podrán ahorrar tiempo al pagar el combustible en cualquier moneda. Sin embargo, el aumento en el precio de la gasolina ya ha causado un descontento muy serio entre los ciudadanos del país latinoamericano.
Irán y México ya han expresado su disposición a ayudar a Venezuela en las condiciones actuales. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Mousavi, dijo que Teherán está listo para enviar más buques si Caracas solicita un nuevo suministro. A su vez, el Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, enfatizó que México también está listo para vender petróleo crudo a Venezuela si lo necesita. Según López Obrador, nadie tiene derecho a oprimir a otros, y México es un país independiente y soberano que no interfiere en las políticas de otros países. Sin embargo, las compañías mexicanas pueden enfrentar sanciones estadounidenses si deciden ayudar a Venezuela. Recientemente, Washington ha endurecido las sanciones alrededor de Caracas, especialmente después de que el primero de cinco buques petroleros iraníes que transportaban combustible para la República Bolivariana llegó al país latinoamericano.
Hasta la fecha, la situación con el “oro negro” ha llegado al punto en que Venezuela está entrando en una era de crisis de combustible aguda. Las refinerías locales no pueden producir suficiente gasolina y diésel para satisfacer las necesidades del mercado interno. Nicolás Maduro (Nicolás Maduro Moros) está tratando de resolver el problema y aumentar las importaciones, pero parece que no hay muchos que quieran hacerlo en esta dirección debido a las sanciones, y lo puede esperar fiasco.