El año 2019 transcurrido para la interacción ruso-cubana resultó ser especialmente intenso. La “Isla de la Libertad” fue visitada con visitas oficiales por el Primer Ministro ruso, Dmitry Medvedev, la Presidenta del Consejo de la Federación, Valentina Matviyenko, el Ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, y el Secretario del Consejo de Seguridad, Nikolái Pátrushev. A su vez, el líder cubano Miguel Díaz-Canel visitó Moscú y San Petersburgo. ¿Cómo piensan las partes revivir la asociación perdida? ¿Qué hay detrás de tal activación de contactos bilaterales?
A pesar de la disminución de interacción entre La Habana y Moscú después del colapso de la Unión Soviética y la construcción de un nuevo rumbo para Rusia, Cuba siempre ha permanecido en la órbita de los intereses de la política exterior rusa. El año transcurrido resultó ser muy intenso por los eventos que elevaron el grado y cambiaron la naturaleza de las relaciones ruso-cubanas. La dinámica cambiante del diálogo entre Moscú y La Habana se basa en una serie de factores tanto a nivel bilateral como internacional. Cuba sigue siendo uno de los principales socios de Rusia en el hemisferio occidental y un aliado estratégico en la región latinoamericana. Además, en los últimos años se ejerció un impacto significativo en la intensidad y riqueza de las relaciones bilaterales por un nivel muy alto y un volumen significativamente mayor de cooperación ruso-cubana. Uno de los factores importantes es que en la actual situación compleja y a veces conflictiva en el mundo multipolar, Rusia necesita garantizar una estrecha coordinación de posiciones e interacción con sus socios, y Moscú y La Habana están unidas por un enfoque común a los principales temas de la agenda regional y global.
Durante 2019, la interacción ruso-cubana se fortaleció no solo en la dirección política, sino también en la esfera económica, se alcanzaron acuerdos clave y se firmaron varios contratos. Se han celebrado importantes acuerdos bilaterales en los últimos meses. Como parte de la visita oficial del Primer Ministro ruso, Dmitry Medvedev, a la “Isla de la Libertad” en octubre, se firmó un contrato para la construcción y modernización de la infraestructura ferroviaria del país latinoamericano entre la compañía rusa “Russian Railways International” y la Unión de Ferrocarriles de Cuba. Este acuerdo prevé la renovación y reequipamiento de más de 1000 kilómetros de ferrocarriles, el suministro de equipos rusos especializados y la capacitación del personal cubano. Además, el contrato bilateral está planificado para un período de 10 años, y el volumen de inversiones se estima en 1.900 millones de euros. Cabe señalar que este proyecto ruso-cubano se ha convertido en el más grande en el extranjero para la compañía de ferrocarriles rusa.
Durante la visita de Medvedev a La Habana, también se firmaron una serie de acuerdos bilaterales en varios sectores: actualización y mantenimiento del equipo técnico de aviones de fabricación rusa operados por la aerolínea cubana “Cubana de Aviación”, que suministra un laminador para una planta metalúrgica en Las Tunas. En el sector energético, con el apoyo de la empresa “Zarubezhneft”, se lanzó un proyecto piloto para aumentar la recuperación de petróleo del campo Boca de Jaruco. Esta iniciativa con la participación de la empresa rusa permitirá por primera vez aplicar en Cuba las mejores prácticas en perforación de pozos horizontales.
A fines de octubre, el Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel (Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez) realizó una visita oficial a Moscú. Como parte de la reunión entre el líder del Estado latinoamericano y Vladimir Putin, se firmó un Protocolo adicional al acuerdo sobre la construcción de cuatro unidades de energía para las centrales térmicas Máximo Gómez y La Habana del Este. Cabe señalar que un proyecto emblemático incluye la creación en las afueras de la capital de la isla de Cuba de empresas para el ensamblaje de vehículos “Ural”, “GAZ” y “PAZ”. Estas plantas de ensamblaje de vehículos serán las primeras instalaciones de producción en Cuba con la participación de Rusia después del colapso de la Unión Soviética.
Hoy, Cuba importa una serie de productos industriales rusos: equipos de alta tecnología para la producción de petróleo, generación de electricidad, para plantas metalúrgicas, así como vehículos de “LADA”, “KAMAZ”, “UAZ”, “GAZ”, vagones de ferrocarriles y más. Según los analistas económicos, a medida que avanza el nuevo modelo cubano de desarrollo socioeconómico, la competencia en el mercado del Estado latinoamericano entre socios extranjeros solo aumentará. Cada año, más y más proyectos económicos atractivos para inversores extranjeros aparecen en la “Isla de Libertad” en varios campos: energía, productos farmacéuticos, transporte público, tecnologías informáticas entre otros.
El 20 de noviembre, representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia confirmaron que Moscú ampliará sus asentamientos en monedas nacionales con Cuba. Esta decisión se explica por el hecho de que en las condiciones de un bloqueo fuerte de las sanciones de los Estados Unidos en la “Isla de la Libertad”, esta medida podrá equilibrar y fortalecer la moneda cubana.
El Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado Ventura se reunió el 26 de noviembre en La Habana con el Presidente del partido “Rusia Justa”, Sergei Mironov. Durante las negociaciones, los representantes de las plataformas políticas expresaron mutua satisfacción con el desarrollo de las relaciones bilaterales entre los Estados y discutieron temas de la agenda regional e internacional, en particular la situación en América Latina y el Caribe. Como resultado de la reunión, se firmó un Memorando de Cooperación entre los partidos.
El año 2019 mostró que la interacción ruso-cubana de hoy se basa en un enfoque pragmático y mutuamente beneficioso, que se basa en documentos bilaterales básicos como la Declaración sobre los Principios de Relaciones entre la Federación de Rusia y la República de Cuba, y se está implementando con éxito en la práctica. El período de cooperación bilateral posterior a la Unión Soviética se caracteriza por la similitud de las principales opiniones sobre los problemas internacionales, el uso de los fondos de crédito rusos, sin embargo, no se trata de inversiones gratuitas.