El 20 de octubre se celebraron las elecciones presidenciales y parlamentarias en el Estado Plurinacional de Bolivia. Después de verificar el 100% de las papeletas, el Tribunal Supremo Electoral del país publicó datos según los cuales el Presidente vigente, Evo Morales, obtuvo el 47.08% de los votos, y su principal rival, Carlos Mesa, ocupó el segundo lugar con el 36.51% de los votos. Según la actual Constitución Política de Bolivia, un margen del 10% de los votos garantizó la victoria de Morales en la primera vuelta. Después de resumir los resultados, Bolivia se dividió en dos campos, y las huelgas a gran escala en nueve departamentos del país no se han detenido por octavo día. ¿Cuál fue el “hueso de la discordia” entre los dos lados? ¿Contra qué y por qué están en huelga los bolivianos?
Los manifestantes en nueve departamentos de Bolivia bloquean carreteras durante una huelga declarada en respuesta a la derrota del candidato opositor Carlos Mesa (Carlos Diego Mesa Gisbert) en las elecciones presidenciales. Durante varios días, cientos de tiendas han estado cerradas en la capital comercial de La Paz, las entradas a algunas áreas de la ciudad están bloqueadas por barricadas improvisadas o bloqueos de carreteras. Los oposicionistas en Bolivia, disputando los resultados de las elecciones presidenciales, el 21 de octubre anunciaron el comienzo de una huelga indefinida. Las protestas en el país aumentaron y se convirtieron en disturbios violentos en muchas regiones cuando se supo acerca de la victoria de Evo Morales (Juan Evo Morales Ayma). Los manifestantes de la oposición prendieron fuego a varias oficinas regionales del Tribunal Supremo Electoral. Un video de un edificio en llamas en Potosí, una montaña de boletas quemadas en Tarija y fogatas frente a la oficina del TSE en Cochabamba se difundió en las redes sociales y los medios de comunicación locales.
Inicialmente, la oposición exigió un cómputo de votos de nuevo y llamó a sus partidarios a las protestas callejeras. Las manifestaciones comenzaron a convertirse en disturbios, en relación con los cuales el 23 de octubre, Morales introdujo un estado de emergencia en el país, acusando a la oposición de intentar realizar un Golpe de Estado. Todos los días el grado de tensión social está creciendo, y los partidarios de Carlos Mesa ya se han alejado de la retórica de la segunda vuelta de la votación hacia eslóganes radicales como la renuncia inmediata del mandato del actual Jefe de Estado.
Los Estados Unidos, Brasil y Colombia están pidiendo al Gobierno boliviano que celebre una segunda vuelta de elecciones si la Organización de los Estados Americanos no puede verificar los resultados de la primera vuelta de las elecciones del 20 de octubre. A su vez, la OEA tiene la intención de realizar una verificación en las actas electorales en los próximos días, a lo cual no se opone Evo Morales.
El 25 de octubre, la Presidenta del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia, María Eugenia Choque Quispe anunció que este órgano colegiado está disponible para someterse a cualquier auditoría de trabajo a nivel nacional o internacional que se llevó a cabo en las elecciones generales del 20 de octubre. “Quiero decirle a la población boliviana, pueden hacernos la auditoría la OEA, la Unión Europea y cualquier organización internacional, las organizaciones políticas, estamos abiertos a que nos hagan la auditoría”, dijo en conferencia de prensa.
El candidato de la oposición del Partido “Comunidad Ciudadana” Carlos Mesa cuestionó la transparencia de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) y movilizó a sus partidarios activos para hablar en contra del Tribunal Supremo Electoral en medio del proceso de cómputo de votos. Por su parte, el 23 de octubre, el Gobierno boliviano se dirigió a la OEA mediante una carta dirigida al Secretario General de la organización, Luis Almagro (Luis Leonardo Almagro Lemes), con respecto a la verificación oficial de los protocolos de votación en las elecciones generales, y esta solicitud fue aceptada.
Choque explicó que todo el proceso electoral se llevó a cabo de acuerdo con dos sistemas, uno de los cuales fue “Transmisión de Resultados Electorales Preliminares” (TREP), y el otro: a través del cómputo oficial de votos, y también aseguró que ambos procedimientos fueron acompañados por una compañía de auditoría, que presentaría su informe a los siguientes días. Ella repitió que, como parte de la preparación de la auditoría, el TSE estaba abierto a cualquier queja sobre un “fraude”, que se aclararía mediante un análisis exhaustivo, demostrando los resultados basados en un punto de vista técnico, para disipar cualquier duda. El representante del Tribunal Supremo Electoral, Idelfonso Condori, recordó que los delegados de los nueve partidos que participaron en las elecciones tienen un protocolo de votación, y los jueces de cada mesa electoral tomaron fotos de los protocolos, lo que excluye cualquier posibilidad de “falsificación”.
Los resultados de las elecciones en Bolivia y la victoria de Evo Morales ya han sido reconocidos por la mayoría de los participantes de la comunidad internacional. En la ciudad de Bakú, la capital de Azerbaiyán, el 26 de octubre finalizó la 18ª Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros del Movimiento de Países No Alineados, en la que participaron más de cien países de los cinco continentes. La Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno se celebró los días 25 y 26 de octubre y precedió a la reunión de Ministros de Relaciones Exteriores. Representado Bolivia, participó el Canciller, Diego Pary Rodríguez. Al final de la Cumbre, bajo la presidencia de Azerbaiyán, se adoptó la Declaración de Bakú con las principales conclusiones y la Declaración Especial, a través de las cuales se expresaron felicitaciones al Presidente Evo Morales Ayma por su convincente victoria en las elecciones presidenciales del 20 de octubre. Cabe recordar que el Movimiento de Países No Alineados (MPNA o MNOAL) se compone de 120 países miembros, que representan el 55% de la población mundial y casi dos tercios de los miembros de las Naciones Unidas. Sin embargo, los Estados Unidos y unos Estados americanos continúan pidiendo un boicot general al resultado de la voluntad del pueblo boliviano. En su opinión, las elecciones fueron deshonestas y sus resultados fueron anormales.
Los enfrentamientos entre manifestantes son cada vez más intensos. Los partidarios de Carlos Mes agarran la última “gota” para continuar su lucha por el poder. A su vez, el partido gobernante de centro-izquierda “Movimiento al Socialismo” (MAS) realizó una manifestación a gran escala en la ciudad de El Alto el 28 de octubre en apoyo de la candidatura del vigente Presidente. Cómo Morales podrá superar las huelgas en el país, lo demostrará el futuro cercano. Sin embargo, el actual Jefe de Estado y sus partidarios continúan declarando su disposición a realizar cualquier verificación del cómputo de votos e insistir en la equidad y la transparencia de las elecciones. Si las fuerzas de “izquierda” podrán mantener sus posiciones es uno de los principales temas regionales. Sin embargo, una cosa es obvia: durante 13 años, el partido “Movimiento al Socialismo” ha ganado una cobertura muy amplia y todavía tiene posiciones fuertes en el país, y los partidarios de Morales no tienen la intención de abandonar la arena política.