Desde principios de los años 2000 las reuniones diplomáticas ruso-mexicanas en varios niveles se llevan a cabo con bastante frecuencia e intensidad, pero hasta hace poco no hubo un retorno serio de ellas. Sin embargo, en el último par de años, Rusia ha podido fortalecer su presencia política y económica en México en el contexto del deterioro de las relaciones de este país latinoamericano con los Estados Unidos de América. ¿Qué intereses persigue el Kremlin en México? ¿Qué perspectivas ofrece la cooperación activa entre Rusia y el Estado norteamericano?
En los últimos años, en todas las reuniones y consultas entre la parte rusa y México, el fortalecimiento de las relaciones bilaterales ha sido especialmente marcado. Durante una de estas reuniones en junio de 2015, se firmó un plan de consultas políticas para los años 2016-2018 en Moscú. Entonces, la esencia de este plan fue que ambas partes fijaron su intención de informarse mutuamente sobre los cambios en la situación política en el mundo que son de interés mutuo. Hasta ahora, ese interés sigue siendo, ante todo, las relaciones de México con los Estados Unidos, que ambos Estados se han deteriorado notablemente después de la llegada de Donald Trump (Ing. – Donald John Trump) a la Casa Blanca. Incluso durante su campaña electoral, Trump a menudo no dudó en insultar a los mexicanos, llamándolos “criminales y violadores”. A pesar de que más tarde él explicó que no se refería a todos, pero se negó a pedir disculpas, a pesar de las protestas a gran escala de la diáspora mexicana.
El principal obstáculo entre los Estados Unidos y México sigue siendo la promesa de Trump de construir un muro en la frontera entre los dos países para protegerse contra la emigración ilegal del Sur al Norte. Cabe recordar que los mexicanos representan aproximadamente la mitad de todos los inmigrantes ilegales en los Estados Unidos, aunque su participación está disminuyendo gradualmente. Según las estadísticas oficiales, actualmente hay 5.6 millones de inmigrantes mexicanos ilegales que viven en los Estados Unidos.
Rusia nuevamente está tratando de aprovechar las complejas relaciones políticas entre México y los Estados Unidos al proponer nuevos proyectos económicos al país, así como al fortalecer los lazos bilaterales entre los dos países. Con la llegada al poder en México el 1 de diciembre de 2018 del nuevo Presidente del campo de “izquierda”, Andrés Manuel López Obrador, la retórica política se ha vuelto aún más matizada, dirigida a acercarse al Kremlin. Por cierto, mientras dibujaba un paralelo, durante los tiempos de la “Guerra fría”, México tenía relaciones bastante estrechas con la URSS. Este año se cumplen 22 años desde la fecha de la firma de otro documento de política exterior, una declaración sobre los principios de cooperación entre México y Rusia. En particular, destaca la importancia de “establecer un diálogo político entre regiones geográficas…para ayudar a expandir la presencia de la Federación de Rusia en el continente latinoamericano”.
Sin embargo, el plan para la presencia de Rusia en México no se está desarrollando tan dinámicamente. Hoy en día, no hay tantos proyectos conjuntos entre los dos países. Desde 2015, la compañía “LUKoil” tiene presencia en el país latinoamericano y, tras una serie de intentos, el gigante ruso del petróleo y el gas en junio de 2017 pudo ganar una licitación para desarrollar campos petroleros en las aguas costeras del Golfo de México. Además, los equipos para algunas centrales hidroeléctricas mexicanas son suministrados por la compañía rusa “Power Machines”.
A fines de mayo, la Comisión Nacional de Hidrocarburos de México aprobó el plan de la empresa italiana “Eni” y la compañía rusa “LUKoil” sobre el intercambio de acciones en tres proyectos en la plataforma en el Golfo de México. De acuerdo con los acuerdos alcanzados, la “LUKoil” nuevamente otorgará a la empresa “Eni” el 40% en el bloque No. 12 (mientras que el operador del proyecto seguirá teniendo una participación del 60%), la “Eni”, a su vez, le dará a la empresa “LUKoil” el 20% cada uno en los bloques No. 10 y 14, quedando un operador de proyecto. El plan involucra la inversión de estas empresas por un monto aproximado de $ 226.5 millones durante cinco años. Anteriormente, los representantes de la compañía petrolera rusa informaron que este acuerdo “expandiría la cartera de los proyectos de exploración de “LUKoil” en la región, diversificaría los riesgos y aumentaría la competencia en exploración geológica”. Las empresas “LUKoil” y “Eni” ya han recibido licencias para estas unidades en 2017 sobre la base de los resultados de la primera etapa de la segunda ronda de licencias en México.
Como antes, el turismo sigue siendo el principal elemento económico de conexión entre Rusia y México. Cada año, varios cientos de miles de viajeros rusos visitan este país latinoamericano.
A principios de este año, los representantes del Ministerio de Agricultura de Rusia anunciaron que iban a aumentar la oferta de trigo a este país a 1 millón de toneladas por año, pero aún no está claro si Rusia puede “tomar” tal barra. A su vez, el Ministerio de Agricultura de México quiere reanudar el suministro de carne de res al mercado ruso, tras haber aprobado los procedimientos adecuados con los servicios rusos del control sanitario.
En los últimos años, México se ha interesado activamente en las posibilidades de comprar armas rusas. En 2017, la delegación de militares de este país latinoamericano participó por primera vez en la exposición rusa “Ejército-2017”. En 2018, los mexicanos también participaron en este evento, señalando que estaban muy interesados en la elaboración rusa presentada anualmente en la exposición, que puede introducirse en el complejo de la industria de defensa.
En los últimos dos años, el tema de un posible aumento de la presencia de Rusia en México ha sido considerado por los comentaristas de los medios estadounidenses, aunque a menudo en términos hipotéticos. Es cierto que la visión de la Casa Blanca de México como un país dependiente de los Estados Unidos se asocia con una subestimación de la situación real. Bajo las condiciones de la crisis política en Brasil, México, que hoy es la segunda economía de América Latina, bien puede convertirse en la primera. Después de todo, su posición como el vecino estadounidense más cercano le brinda muchas oportunidades a este Estado latinoamericano, y esto debe aprovecharse.
A pesar de que los contactos políticos entre Moscú y México son bastante cautelosos, el nuevo líder mexicano ya aceptó la invitación del Presidente ruso para realizar una visita oficial a Moscú. En sus numerosas declaraciones, Andrés Manuel López Obrador ve la cooperación con Rusia como una de las principales prioridades de su Gobierno, y también está interesado en la abolición de visas entre los dos países.
Después de que el Gobierno del Presidente, López Obrador, llegó al poder, la parte rusa se interesó más en ampliar el diálogo con México. En este momento, como lo señalaron los representantes de los Ministerios de Relaciones Exteriores de los dos países, se trata de mejorar el marco legal. A su vez, estamos hablando de una serie de acuerdos que se encuentran en la etapa de análisis y elaboración, incluido el proyecto de acuerdo sobre viajes sin visado para los ciudadanos, la cooperación entre las oficinas del fiscal general, un acuerdo sobre el transporte marítimo, el reconocimiento mutuo de diplomas y documentos sobre títulos científicos entre otros.